La verdad de
la época en la que vivimos es que la sociedad ha avanzado y evolucionado muy
rápidamente, y entre los factores que se han visto afectados por esta evolución
han sido las familias y la escuela; esta última se ha visto envuelta en una
serie de cambios que la han transformados más rápidamente que la primera.
Primero voy
a reflexionar sobre el cambio de la escuela, analizando la escuela a la que
acudieron mis abuelos o mis padres, comprobamos que las cosas han cambiado
completamente de la escuela que hay ahora, tanto en los materiales del colegio,
la forma de impartir las clases, la forma de tratar a los alumnos o la
estructura del colegio.
Ahora los
colegios utilizan muchos aparatos tecnológicos, los alumnos son los
protagonistas en el aula, se utilizan nuevas técnicas para enseñar y
dependiendo del colegio, hay más democracia en él o no.
Las familias
también han cambiado desde un periodo de tiempo (que podría ser de cuando
nuestros abuelos eran jóvenes) a esta parte. Ahora hay una gran diversidad
familiar, tanto en la estructura de las familias como en la; monoparentales,
tradicionales, nucleares, homosexuales, padres solteros, divorciados, etc....;
también están las familias dictatoriales, patriarcales, democráticas,
liberales,…
Una vez
analizadas estos dos factores de los cuales vamos a hablar, podemos decir que
la relación entre ellos, que no siempre es buena, sino que tienen que enfrentar
una serie de dificultades que hay en su relación.
Para ellos
vamos a responder algunas preguntas como:
¿Qué es lo
que las familias quieren de las escuelas?
Las nuevas
tecnologías que se usan en el aula y lo que los niños aprenden en los medios de
comunicación algunas veces chocan con lo que los padres buscan en la educación
de sus hijos que es una educación tradicional, en la que la tecnología y las
nuevas corrientes y estilos de vida nuevos no tengan tanto protagonismo.
También influye
el que la vida laboral de los padres y sus horarios no cuadran con los del
colegio, lo que puede provocar un conflicto y un desinterés por parte de los
padres en la educación de sus hijos.
Los cambios
que ha sufrido la sociedad, la cultura y las familias pueden indicarnos que han
causado una menor implicación de los padres en la educación de sus hijos aunque
tampoco podemos asegurar del todo que la familia haya dejado de ser un factor
influenciable en la educación de los niños. (Hernández Prados y López Lorca,
2006)
Los padres
lo que buscan de una escuela y de un sistema educativos es que sea de calidad,
competente a nivel europeo (y ahora más que nunca puesto que con la crisis los
padres quieren que sus hijos estén lo más preparados posibles para su futuro
laboral), quieren que los profesores sean verdaderos profesionales, que la
escuela sea capaz de cambiar y moldearse con los cambios sociales y familiares,
o sea, una escuela flexible; también quieren la revisión del contenido
curricular y que este se oriente a la formación de sus hijos como ciudadanos
cultos y críticos; también demandan una revisión de la metodología usada en las
aulas puesto que piensan que es muy mecánica, pero cuando algún profesor cambia
un poco esa metodología los padres protestan también. (Hernández Prados y López
Lorca, 2006)
Por otra
parte también debemos tener en cuenta lo que la escuela tiene que hacer y cómo
tiene que formar a sus alumnos, ¿qué sería primordial para los alumnos?;
¿prepararlos para su futuro profesional?, ¿preparar a ciudadanos con la capacidad
de vivir en comunidad, democracia y participación? o ¿preparar ciudadanos y
hombres que sepan qué son, quiénes son, qué deben hacer o qué pueden llegar a
ser?
Son muchas
preguntas que se plantea la escuela y que debe saber cómo gestionar para que
lleguen a ser todo eso que se plantea en las preguntas puesto que la función de
la escuela es formar personas y ciudadanos con todas esas características.
(Hernández Prados y López Lorca, 2006)
Todo esto,
tanto lo que quieren las familias como lo que la escuela busca para sus
alumnos, nos conduce a que las familias y la escuela deben llegar a un acuerdo
o las familias deben buscar la escuela que más se asemeje a lo que ellos
quieren; pero aun así, se debe establecer una relación para llegar a un
consenso entre familias y escuela.
Para
analizar la relación entre familia y escuela debemos conocer también la
implicación y el compromiso de las familias y los profesores en la escuela:
Podemos
encontrar la escuela de familias-clientes, en la cual la familia busca la
escuela que más se asemeje a lo que está buscando. En este tipo de escuela el
compromiso de la familia es muy bajo y sin embargo el del profesorado es el que
cobra importancia; en este tipo de escuela el profesor es el que tiene un mayor
compromiso con la escuela.
También está
la escuela de familias-gestoras, en la que el compromiso del profesorado es
menos y son las familias las que gestionan todo, las que demandan lo que
quieren.
En las
escuelas de guardia y custodia el compromiso de tanto profesores como familias
es muy baja, las familias sólo buscan en esta escuela un lugar donde dejar a
sus hijos y que cuiden de ellos el tiempo que ellos no pueden tenerlo y si
aprenden algo mejor; los profesores solo se hacen cargo de los niños sin apenas
compromiso.
Y finalmente
las escuelas comunitarias donde tanta profesores como familias tienen un alto
grado de compromiso con la escuela y se implican con todo lo que puedan con
respecto a esta.
Conociendo
también estos tipos de escuela, podemos decir que hay una gran diversidad en
cuanto al compromiso de padres y profesores y los intereses que tienen unos y
otros, que hace complicada la relación entre familias, profesores y escuela.
Hay muchas
formas de que las familias participen activamente en la escuela, por ejemplo
participando individualmente en las tutorías de padres con el profesor o en
actividades puntuales, las cuales muchos padres no consideran que sea de vital
importancia o no disponen del tiempo necesario como para acudir al centro;
también pueden participar colectivamente, formando parte del consejo escolar,
las asociaciones de madres y padres de alumnos (AMPAS), con las reuniones de padres
o las escuelas de padres, y pueden ayudar, organizar o decidir actividades
escolares, actividades extraescolares, como las fiestas, excursiones, etc. (Hernández
Prados y López Lorca, 2006)
Como hemos
podido observar, hay una gran cantidad de formas en las que los padres pueden
participar activamente tomando también decisiones también importantes en la
educación de sus hijos, y no sólo ocuparse de ellos una vez salgan de la
escuela; pero no todos los padres se implican de la misma forma o magnitud; por
eso, aunque hay muchas facilidades de que la escuela y las familias cooperen y
se ayuden entre sí y faciliten la educación de sus hijos y alumnos, también hay
una gran cantidad de factores, aspectos y intereses por parte de familias,
profesores y escuela que hacen que la relación entre ellos sea difícil y les
cueste llegar a un consenso; pero entre todos, debemos ayudar a que esto
mejores y que haya una gran implicación entre profesores y familias para la
mejores educación de los niños.
Bibliografía:
- Hernández Prados, M. A. & López Lorca, H. (2006). Análisis del enfoque actual de la cooperación padres y escuela. Aula abierta; (87), 3-26.